Juego Sensorial
Una herramienta para educar
El juego es la principal actividad de los bebés y de los más pequeños. En el acto de jugar, se ponen en marcha muchos recursos que permiten representar y estructurar el propio mundo, expresar sus deseos y fantasías ... Con el juego, como decía Winnicott, se busca ese espacio entre la imaginación y la realidad que permite los niños ir incorporando e integrando diversos aspectos de la realidad mediante las diferentes representaciones.
Dentro del juego, tenemos que contar con el componente sensorial. Cuanto más pequeños son nuestros hijos, más relevancia tiene para ellos y ellas el contacto con todas las experiencias, pues a su edad están aprendiendo constantemente por la percepción y contacto de todos los sentidos, sin necesidad de tener que razonar con los mismos porque, sencillamente, todavía no toca.
Así pues, el juego sensorial resulta el conjunto de actividades, representaciones, secuencias ... que mediante todos los sentidos, se producen diferentes experiencias que favorecerán su crecimiento creando aprendizajes y ayudando a integrar diferentes conceptos según el sentido primordial del juego en curso, como son los siguientes:
Percepción visual: con juegos donde se busca estimular el sentido de la vista a través de actividades divertidas basadas en el color, la luz y la oscuridad, objetos que se esconden y aparecen, o que cambian de aspecto...con ello se consigue mejorar la agudeza y la memoria visual, la diferenciación y/o la estabilidad en la percepción de las imágenes, la coordinación ocular y disfrutar simplemente con pequeñas sorpresas.
Percepción auditiva: a través de canciones, frases entonadas, sonidos ... se mejora la capacidad de aprender diferentes conjuntos silábicos, entender la diferencia sonido-ruido-música, e introducir la experiencia del silencio (muy poco presente en el desarrollo normal de una escuela...), también a través de este sentido buscamos aprender a sentir y disfrutar de la música y los sonidos de la naturaleza.
Percepción táctil: el sentido por excelencia en los más pequeños. Cualquier objeto puede ser explorado y descubrir en él nuevas texturas, su forma, solidez ... Los niños descubren cómo son los objetos que los rodean y el mundo en general. También buscamos favorecer el conocimiento del propio cuerpo a partir de juegos, movimientos, bailes... donde se dan lugar masajes espontaneos, juegos motrices y contacto corporal. Y junto con la percepción olfativa, también interviene en el descubrimiento de los alimentos.
Aunque unos juegos tengan mayor participación de un sentido, son muchas las ocasiones donde son dos o más sentidos participan en una misma actividad, y las diferentes experiencias con estos sentidos ayudarán a crear una representación más precisa del objeto externo que nuestros pequeños y pequeñas están tratando de conocer.