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Actividades para hacer en casa durante los 0 y 3 años.

Actividades educativas.

La etapa de los 0 y 3 años de vida es muy importante porque el infante aprende a conocer el mundo a través de sus sentidos. Por eso, en la infancia muchas veces se aprende jugando y sobre esta capacidad de aprendizaje empiezan a construir esquemas cognitivos para hacer una representación del mundo que los rodea.

 

Este es un periodo clave para los más pequeños y poder estimular paulatinamente aquellos aspectos pertinentes que son clave para su desarrollo. Además, la exploración del mundo que les rodea no solo depende de sus sentidos, sino que también depende de su movilidad.

 

Para poder acompañar a los más pequeños durante el desarrollo de sus habilidades, así como para comprender el mundo físico que les rodea, hay una serie de materiales y recursos que podéis hacer y utilizar en casa para cultivar este aprendizaje, siempre y cuando se ciña al momento de desarrollo vital que se encuentra el infante.

 

1. Explorar con objetos.

En esta etapa del desarrollo, la capacidad atencional sostenida aún no se encuentra desarrollada. Por lo que jugar con objetos de diferentes tamaños, texturas y colores, ayuda al infante a que sea capaz de mantener la mirada y reaccionar ante los estímulos que más le gusten.

Además, coger esos objetos también conlleva aspectos muy positivos en lo que respecta al desarrollo de su coordinación motriz.

 

2. Construcción y deconstrucción.

La construcción y deconstrucción de objetos con los que puedan formar torres, no solo resulta placentero para el infante, sino que ayuda mucho en el desarrollo de su coordinación ojo-mano y en la planificación espacial. Además, a medida que vaya creciendo, este tipo de actividades se irán perfeccionando un poco más.

 

3. Buscar objetos escondidos.

Esta actividad es muy importante para poder desarrollar la permanencia del objeto. Durante esta franja de edad, ellos aprenden progresivamente a que los objetos no desaparecen cuando no los ven y aún así, siguen estando en el tiempo y en el espacio aunque ellos no los puedan ver.

Por lo tanto, esconder objetos detrás de las cortinas, cojines o sábanas, o escondernos nosotros más adelante para que nos encuentren, ayuda a desarrollar esta habilidad.

 

4. Jugar con los sentidos.

Para poder trabajar la discriminación y la integración sensorial, proponemos un juego donde se le pueda tapar los ojos al infante para que pueda identificar los objetos que se le presentan:

  • Tacto: objetos de diferentes texturas y adivinar qué objetos son.
  • Olfato: poner en cajas algún tipo de alimento o algún aroma con diferentes olores.
  • Gusto: darle alimentos con diferentes sabores.
  • Oído: poner sonidos como campanas, animales, instrumentos musicales o voces de familiares.

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