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La etapa del “NO”

Algunos consejos para sobrellevarla mejor.

A partir de los dos años hasta los cuatro e incluso cinco años, los niños empiezan a experimentar una etapa de negación ante cualquier cosa o sugerencia, también conocida como la etapa del “NO”. Puede ser que, si no has escuchado hablar de ella y estás viviendo una situación similar con los más pequeños de la casa, sientas que estás poniendo a prueba tu paciencia. Pero no te preocupes, te explicaremos el porqué de esta etapa y algunos consejos que te pueden servir de ayuda.

 

Para entender por qué los niños y niñas reniegan de cualquier cosa, es fundamental tener claro que es una fase esencial para su desarrollo evolutivo, es decir, no pretenden molestar a los adultos, sino que sienten que deben afirmar su propia identidad y autonomía.

 

En la etapa del “NO”, el infante empieza a tener conciencia de sí mismo como ser individual, aprendiendo a ser “independiente” ante las decisiones. Considerando que para reafirmarse, debe oponerse a todo lo que le sugieran. Por lo tanto, en esta fase descubren que tienen voluntad y, a la vez, se encuentran desarrollando la Teoría de la Mente, por lo que alguna vez les puede costar ceder ante las sugerencias.

 

Esta etapa desaparece con el tiempo, pero aquí te traemos algunos consejos para sobrellevarla mejor:

 

1. Tener normas claras y estables en casa

Es importante establecer normas claras y estables en el hogar para que los niños y niñas puedan desenvolverse en un ambiente de estabilidad. Los padres deben conversar con sus hijos e hijas sobre las normas básicas de convivencia en la familia y generar oportunidades para que los niños avancen en su autonomía.

 

2. Plantear solicitudes en positivo

En lugar de señalar lo que el niño o la niña está haciendo mal, es más útil solicitar la conducta deseada de manera positiva. Por ejemplo, en vez de decir "No veas tan de cerca la televisión", se puede plantear "¿Por qué no te vienes a sentar aquí conmigo?" para evitar reacciones negativas.

 

3. No perder la calma ante posibles “rabietas”

Frente a rabietas, es importante mantenerse firmes y tranquilos, sin ceder a los deseos del niño. Esperar a que pase la rabia y luego dialogar con cariño ayudará al niño a superar la situación y aprender a manejar la frustración.

 

4. Ofrecer opciones y ampliar vocabulario

Es relevante ofrecer al niño opciones de conducta en lugar de imponer una sola posibilidad. Ampliar y enriquecer su vocabulario con palabras como "puede ser, quizás, a lo mejor" puede ayudar a reducir la frecuencia de negativas. Reconocer y elogiar las conductas positivas también es fundamental para reforzar su comportamiento.

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