¡Trabajamos el color rojo!
El color rojo en todas sus formas.
Hace unas semanas en clase empezamos a explorar el color rojo, utilizando diferentes texturas y formas para realizar actividades donde los más pequeños pudieran explorar y descubrir de una manera más creativa. Este tipo de actividades no solo fomenta su creatividad, sino que también ayuda al desarrollo sensorial, emocional y cognitivo.
Durante los primeros años de vida, los colores tienen un gran impacto debido a que actúan como estímulos visuales para que los niños y niñas puedan conectarse con el mundo que les rodea.
El rojo, sobre todo, destaca por ser un color muy cautivador y transmitir una amplia gama de sensaciones. A través de actividades que integran el color rojo con diferentes texturas y formas, también se trabaja la motricidad fina y el tacto.
No obstante, los colores ayudan a explorar su identidad; es decir, que puedan explorar con estos implica que muestren preferencias por ciertas tonalidades, empezando así a construir su individualidad para seguir fomentando el autoconocimiento y la confianza en ellos mismos.
Trabajar en clase con el color rojo nos ha permitido ver cómo van descubriendo nuevas sensaciones y se van involucrando con gran entusiasmo en actividades creativas. Además, cabe recalcar que cada contacto con nuevas sensaciones sensoriales refuerza sus conexiones neuronales, permitiendo desarrollar herramientas para entender de una manera mejor el mundo.